Los huevos en general pueden ayudar con el control de agua de un producto terminado. Demasiada agua puede hacer que crezca moho, mientras que muy poca ayuda a la retrogradación del producto. Las proteínas del huevo ayudan a retener agua y así es menos disponible para que microorganismos crezcan y causen daño. En general, los huevos ayudan a reducir la pérdida de humedad del producto horneado para prolongar la vida útil al ayudar a formar la estructura celular adecuada del producto horneado. Particularmente en productos sin gluten, los huevos ayudan a aportar humectación, para ayudar a optimizar la humedad, no solo para mayor vida útil, sino también para una mejor densidad y crecimiento del producto.