Los productos de huevo pueden ayudar a mantener la calidad durante la vida útil prevista de los productos horneados. El envejecimiento o secado del producto es el resultado de un proceso irreversible que libera agua y colapsa las moléculas de almidón. La clara de huevo contiene proteínas únicas y atrapan aire para crear una espuma para crear volumen y elasticidad, lo que sugiere frescura al consumidor. Los huevos también se coagulan, que es la transformación del huevo líquido en una matriz semisólida o sólida, uniendo el agua y contribuyendo así a la vida útil del producto.