La emulsión se puede explicar similarmente como lo que pasa en el agua y el aceite, que contiene en suspensión pequeñas partículas o gotas de otra sustancia insoluble. El huevo tiene este comportamiento en diferentes preparaciones, como la mayonesa, y que sin este, el resultado final no sería el mismo, y su aspecto cambiaría. La clara de huevo emulsiona por su componente proteico de albúmina, mientras que la yema de huevo lo es por su contenido de lecito proteína. Algunas aplicaciones comunes de los huevos como emulsionantes más allá de la mayonesa y las salsas incluyen aderezos para ensaladas, helados y productos horneados como muffins, pan, rollos de canela y tarta de quesos.