Ciertos alimentos se benefician de algún tipo de cristalización, como el helado, los turrones y las trufas. Los huevos pueden ayudar a controlar la cristalización. En sus propiedades, cómo emulsificar, y formar espuma, ayudan a controlar la cantidad de cristales en los productos. Como varios postres y dulces comienzan su proceso con agua y azúcar, las proteínas de huevo ayudan a que el resultado sea una mezcla más suave para el paladar. Adicionalmente, las yemas ayudan a que los cristales de hielo sean mucho más pequeños y el overrun, que es la adición de aire al producto , sea la adecuada.