Las claras de huevo ayudan a clarificar diferentes productos fluidos como el consomé, caldo e incluso el vino. Cuando este líquido es calentado, las claras de huevo agregadas se coagulan, capturan y retienen partículas diminutas. Según el tamaño y el peso de las partículas encerradas, las claras cocidas pueden hundirse hasta el fondo, lo que permite verter cuidadosamente la mezcla clarificada. A veces las claras pueden burbujear hasta la parte superior donde se desnatan, lo que da como resultado un producto cristalino.