Las proteínas de las claras del huevo ayudan a la adhesión y unión de los ingredientes. Cuando estas se calientan, se coagulan, y hacen que la clara pase de líquido a semisolido. Cuando las proteínas se solidifican, estas funcionan como un adhesivo, conectando ingredientes entre sí. Una mezcla de huevo, por ejemplo, se puede untar en la superficie de los alimentos horneados para retener nueces o semillas. A menudo, el huevo se usa de forma adhesiva en productos apanados, para ayudar que el producto se adhiera a la masa. La coagulación de la proteína del huevo 100% explica cómo los productos de huevo ayudan a unir los ingredientes y que no se desmoronen o pierdan su forma.